Danielle Padelli, guardameta del Torino, cometió uno de los bloopers más ridículos de la temporada, convirtiéndose un gol él solo ante la presión de un rival.
El portero recibió un pase de un compañero y en su intento por rechazar el balón terminó empujándolo a su propio arco, ante la incredulidad de propios y extraños.
Mira el video: