El capitán del Barcelona, Xavi Hernández, recibió esta tarde la copa de la Liga de manos del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, una vez finalizado el partido contra el Deportivo (2-2), que dio paso a una fiesta en el Camp Nou.
El estadio azulgrana, que registró una entrada magnífica, con más de 90.000 espectadores, vivió una jornada doblemente festiva, ya que, además de la celebración del campeonato de Liga, se despidió de uno de sus últimos arquitectos, Xavi Hernández, que la temporada que viene emprenderá un nuevo proyecto en Catar.
El jugador catalán, tras 17 años en el primer nivel del fútbol, vivió una jornada muy emotiva en la que no pudo contener las lágrimas después de las innumerables muestras de afecto y cariño que se le brindaron desde el graderío, así como desde el campo, con sus compañeros luciendo una camiseta conmemorativa y con el número 6 en la parte posterior.
El partido finalizó con empate a dos y los fuegos artificiales fueron los protagonistas entonces. Ya con la copa en la mano, todos los jugadores del Barcelona dieron una vuelta al campo, mientras diferentes cañones lanzaban confeti con los colores azul y grana.
Tras una foto de familia, se iniciaron los parlamentos. Hablaron el técnico, Luis Enrique, uno de los capitanes, Andrés Iniesta, y el capitán y gran protagonista de la noche, Xavi Hernández.