La Champions League es uno de los torneos de fútbol más difíciles de ganar. La máxima competencia europea es el objetivo de Barcelona y Juventus en la final de este sábado en Berlín. Todos sueñan con levantar el preciado trofeo, y fruto de esa codicia la copa guarda varias maldiciones que traen crueles y dramáticas consecuencias.
Además del hecho ya conocido de que el campeón de la Champions League no consigue repetir título al año siguiente, el trofeo actual también guarda una extraña maldición o coincidencia. Resulta que, todo aquel jugador que ha tocado la copa antes de la final, ha terminado perdiendo el título. Para muestra de ello hay tres ejemplos:
Giuly lesionado. En 2004 el volante francés Ludovic Giuly frotó el trofeo antes de salir de la cancha, ya que la copa siempre se coloca en el costado de la cancha por donde ingresan los futbolistas al terreno de juego. El Mónaco, donde jugaba Giuly, no solo perdió la final por 3-0, sino que el propio jugador se fue lesionado a los 23 minutos de juego.
Remontada histórica. Un año más tarde las duras consecuencias de tocar la Copa de Europa antes de hora se cebaron con Paolo Maldini. El capitán del Milan acarició el trofeo cuando los equipos saltaron a la cancha y parecía que el veterano defensa ‘rossonero’ podría romper la maldición. El equipo italiano vencía por 3-0, pero el Liverpool consiguió empatar en el segundo tiempo y ganó el torneo en los penales.
Sobre la campana. El último precedente está muy reciente. Ocurrió en la final de 2012 entre Bayern Munich y Chelsea. El volante ucraniano Anatoliy Tymoshchuk pasó su mano por el trofeo mientras ingresaba al terreno de juego. El conjunto bávaro vencía por 1-0 hasta el minuto 87, cuando Didier Drogba empató la final para que más tarde el Chelsea ganara la copa en los penales.
Fuente: Depor.pe