Una de las escuchas telefónicas que se dieron a conocer tienen como protagonista al árbitro Carlos Amarilla, a quien Julio Grondona tildó como «el refuerzo más grande que tuvo Boca», en referencia al partido contra Corinthians por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2013. Y este mediodía fue el juez paraguayo el que salió a aclarar su situación.
«Quiero que se abra una investigación, es lo que más quiero», indicó Amarilla en radio AM970 de Paraguay. «En el mundo de los arbitrajes no hay corrupción. Nosotros somos los hermanos pobres del fútbol. Trabajamos con el corazón y nos quieren embarrar. En 27 años de carrera nadie me puede señalar con el dedo», agregó.
Sobre el Corinthians-Boca (1-1 y el equipo argentino pasó de ronda) que está bajo la lupa, Amarilla explicó. «Me enteré que lo iba a dirigir por una notificación de la Conmebol», explicó. Aquella noche en el Pacaembú, Amarilla no sancionó un penal para el local luego de una clara mano de Marín, y anuló mal un gol de Romarinho. «Cuando terminó el partido me sorprendí. Todos los árbitros cometemos errores, pero nunca con mala intención. Es la ley del fútbol», agregó.
Amarilla contó que se enteró del audio esta mañana y que prefiere no cruzarse con Abel Gnecco, el representante argentino en el Comité de Arbitros de la Conmebol, el otro interlocutor de la conversación con Grondona. «Mejor que no lo tenga enfrente a ese señor, no sé de lo que soy capaz. A mí nunca nadie se me acercó, ni me ofreció nada», dijo.
«Desde el punto de vista legal ya hablé con mi abogado para que vea qué se puede hacer. Soy el más interesado en que esto se esclarezca. Quieren ensuciar mis 18 años de carrera. El que nada debe nada teme. Estoy sorprendido al igual que ustedes», completó Amarilla.