Llegaba el Bayern al Allianz Arena más rodado y respondía Rafa Benítez con una alineación en la que aparecían Casemiro, Lucas Vázquez, Cheryshev y Jesé Rodríguez. El escenario daba cierto miedo desde el lado merengue, pero el Real Madrid entró al campo serio, solidario y decidido a competir. Y compitió.
Lucas Vázquez y Cheryshev ayudaron a los laterales, minimizando las opciones de un Bayern que apenas fue vertical en la primera media hora. Con el esférico, Isco puso los destellos, alguno excesivamente prolongado. Pepe, con molestias, se retiró al cuarto de hora. En su lugar entró Nacho, que cumplió al lado de Sergio Ramos.
Con el paso de los minutos, el Bayern encontró pequeñas grietas en el ecosistema blanco, aunque pocas por la banda de Carvajal, imperial durante toda la primera mitad. Müller mandó un remate al palo y Keylor Navas tiró de reflejos para evitar un gol de Götze. El arreón germano se diluyó sin goles. Al descanso se llegó con la sensación de que el Real Madrid se mantenía de pie, sereno, pudiendo incluso dar varios sustos en la segunda mitad a un rival que atrás ofrecía dudas.
En la reanudación, Benítez dio entrada a Marco Asensio y Asier Illarramendi, que sustituyeron a Cheryshev y Casemiro. Mientras tanto, Guardiola metió a Lewandowski por Götze y a Rode por Lahm. Asensio mostró desparpajo en sus primeras intervenciones, intentando brillar para hacerse un hueco en la plantilla esta temporada. Illarramendi, siempre cuestionado, supo trabajar en la medular.
Toni Kroos probó a Neuer en una falta directa. El alemán respondió con un vuelo sin motor que sirvió para evitar el 0-1. Instantes después, Carvajal se la robó a Lewandowski cuando el polaco se preparaba para fusilar a Keylor Navas. El partido se animaba y Benítez entendió que era el momento de dar entrada a James Rodríguez y Modric para tener más peso en el juego. Se marcharon Isco y Jesé. También entró Arbeloa, por Marcelo.
En una de las pocas veces que Carvajal fue superado por Douglas Costa, el Bayern perdonó. Fue Lewandowski, que mandó fuera un remate que se antojaba demasiado sencillo. El Allianz respondió rugiendo, alentando a los suyos como si fuera una eliminatoria de Champions League.
El Real Madrid tuvo momentos de sufrimiento, pero encontró un respiro en un ataque iniciado por James Rodríguez y finalizado por Toni Kroos con un disparo desde la frontal. Manuel Neuer, al que el bote previo le creó problemas, despejó el peligro. La transición nos dejó un nuevo detalle de clase de un descarado Asensio.
Con el paso de los minutos y tras el habitual carrusel de cambios, el conjunto merengue perdió fuerza en ataque pese a tener gente como James o Modric. El Bayern lo notó y comenzó a avanzar metros, aunque sin abrir grandes grietas en un ordenado Real Madrid. El orden blanco evitó que el dominio local se trasladase al marcador. Los de Guardiola acabaron probando con tiros lejanos, alguno de los cuales obligó a Keylor Navas a emplearse a fondo.
En el sprint final, el guardameta costarricense realizó intervenciones de lujo, pero falló cuando menos lo esperaban los madridistas. Un centro lateral al área pequeña fue rematado por Lewandowski a la red sin que Keylor saliera de la portería. Ese error, sumado al de la defensa -no hubo coordinación en esa acción-, supuso un 1-0 que sería definitivo.
Fuente: Goal.com