EFE
La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, afirmó hoy que nada ni nadie está por encima de la ley y que la justicia perseguirá aquellos que han delinquido sin tener en cuenta lo poderosos que sean.
Lynch participó hoy en la primera jornada de la Conferencia anual de la Asociación Internacional de Fiscales, y en su discurso hizo referencia a la investigación que llevan a cabo conjuntamente las autoridades judiciales estadounidenses y helvéticas con respecto a la corrupción en la FIFA.
La procuradora recordó que dicha investigación conjunta logró demostrar cómo altos dirigentes del órgano que rige el fútbol mundial delinquieron durante años, y alabó que la colaboración internacional entre fiscales consiguiera detenerlos.
“Con esta acción, hemos dejado muy claro una vez más que los fiscales de todo el mundo se mantendrán unidos para extirpar la corrupción y llevar a los malhechores ante la Justicia, sin importar donde estén, sin importar cuán complejos sean sus crímenes, y sin importar lo poderosos que sean”, afirmó.
“Nuestro mensaje está claro, nadie es impune a la ley. Ninguna organización corrupta está fuera de nuestro alcance. Y ningún acto criminal puede evadir el esfuerzo colectivo de hombres y mujeres que luchan por la Justicia”.
Lynch enfatizó que la lucha contra la corrupción es un tema “que nos concierne a todos”.
“Sea en una nación o una organización, sea cometida por funcionarios o por una persona pública, la corrupción socava nuestros valores, disminuye nuestra confianza en nuestras instituciones y tambalea los fundamentos de nuestra sociedad civil”, reiteró.
Agentes de la Policía Cantonal de Zúrich detuvieron el pasado 27 de mayo a siete dirigentes de la FIFA acusados de corrupción.
Su captura fue fruto de una colaboración entre las autoridades judiciales suizas y una fiscalía de Nueva York, que les acusa de haber aceptado sobornos y comisiones desde principios de los años noventa hasta la actualidad a cambio de que ciertas empresas recibieran los derechos de transmisión, publicidad y auspicio de torneos futbolísticos en EEUU, América Latina y el Caribe.
Además, ese mismo día también se supo que el Ministerio Público suizo había abierto una investigación sobre presuntos actos de corrupción entorno a la elección de las sedes del Mundial de Fútbol de 2018 y 2022.
De los siete detenidos, seis siguen encarcelados en Zúrich a la espera de ser extraditados, y uno, Jeff Web, ha sido ya entregado a las autoridades judiciales estadounidenses.