Con el objetivo de tener «mayor relevancia y autoridad en la discusión de los rumbos del fútbol brasileño», doce clubes de Primera División y uno de Segunda decidieron crear una liga paralela, por fuera de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). La idea es comenzar con la competición en 2016 y que se transforme en la tercera en importancia detrás del campeonato local y la Copa de Brasil.
La Copa se llamará Sur-Minas-Río y convivirá con los campeonatos regionales, que en los últimos años han perdido público y han enfrentado crecientes críticas por parte de los clubes grandes por su poca rentabilidad.
Los clubes que apoyaron la inicitiava son: Flamengo, Fluminense, Cruzeiro, Atlético Mineiro, Gremio, Inter, Atlético Paranaense, Coritiba, Joinville, Avaí, Figueirense, Chapecoense y el Criciúma, este último de segunda división.
Según informaron mediante un comunicado, buscan tener más autoridad en las decisiones que se toman en el fútbol brasileño y generar mayores recursos económicos.
Si bien todavía no definieron el reglamento de la nueva liga, se basa en el formato de la Copa Sur-Minas, que se celebró entre 2000 y 2002 y contó con equipos de los estados del sur de Brasil y del estado de Minas Gerais, a los que ahora se suman dos de Río de Janeiro: nada menos que el Flamengo y el Fluminense, dos de los equipos más populares del mundo.
En principio, piensan en un certamen que cuente con diez equipos y ocho jornadas, que se disputarían de forma simultánea a los campeonatos regionales. El regional de San Pablo, el más importante y competitivo de Brasil, no se vería afectado ya que ningún equipo de ese estado, que tiene cinco conjuntos de Primera, se ha sumado a la nueva liga.
Fuente: Clarín