Un bochornoso incidente atravesaron los futbolistas del Puebla, Matías Alustiza y Cristian Campestrini, al ser detenidos a las afueras de un centro comercial por un reporte de portación de armas de fuego; sin embargo, quedaron en libertad al descubrirse que dicho instrumento no era más que un juguete.
Cerca de una docena de elementos de seguridad acudieron al lugar de los hechos luego de que al interior de una camioneta fuera encontrada una pistola de plástico, presuntamente propiedad del hijo del goleador argentino.
Posteriormente, la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Puebla se encargó de reconocer el incidente, aunque aclaró que fue descartada cualquier situación ilícita.
Fuente: Récord