A Luis Enrique no hay un día que no se le alteren sus planes. Desde que supo que Leo Messi no estará ante el Real Madrid el próximo 21 de noviembre, el técnico ha ido probando el sistema y los hombres adecuados para jugar en el Bernabéu. Ante el Getafe ya puso durante quince minutos sobre el campo a cuatro centrocampistas –Sergi Busquets, Rakitic, Iniesta y Sergi Roberto–, una idea que fidelizó aún más en el siguiente partido, frente al BATE Borisov, ya que volvió a apostar por los mismos cuatro centrocampistas, con un Sergio Roberto jugando como extremo derecho, pero que por su inercia y dinámica en el juego iba cayendo al mediocampo.
Desgraciadamente en esta ocasión la prueba le alcanzó poco más de veinte minutos, ya que el croata se rompió el sóleo de su pierna derecha de manera fortuita. Luis Enrique tuvo que regresar de golpe al sistema clásico, poniendo a Munir como extremo derecho y volviendo a los tres centrocampista al campo.
Desgraciadamente para Luis Enrique ya solo le queda un partido más ante del clásico, por lo que tendrá el domingo la última oportunidad de plasmar alguna solución táctica pensando en el clásico del 21 de noviembre.
En principio, no se puede descartar que el técnico insista en poner a cuatro centrocampistas en el campo, aunque con casi toda seguridad Rakitic no sería el cuarto. El problema radica que esa opción no la podrá ejecutar ante el Villarreal, ya que la sanción de dos partidos de Mascherano le impedirá probar el plan C. Eso quiere decir, hablando en plata, que el equipo que salga ante el Real Madrid no habrán jugado nunca juntos. Un peligro añadido, sin duda.
Y es que la hoja de ruta de Luis Enrique, tras las bajas de Messi y Rakitic, se ha visto modificada sustancialmente. En principio, su idea sería que Mascherano jugase de pivote defensivo, mientras que Sergio Busquets, Sergi Roberto e Iniesta completarían el mediocampo. La vacante de Mascherano en defensa la ocuparía Vermaelen, aunque no se podría descartar a Bartra o Mathieu en última instancia.
Ante el Villarreal no podrá ponerlo en práctica porque Mascherano no estará. Eso quiere decir automáticamente que todo apunta que será el delantero canario Sandro Ramírez el escogido para completar la tripleta atacante, por lo que Luis Enrique saldrá el domingo al campo con el clásico 4-3-3. Evidentemente sería también una opción real para salir al Bernabéu –el elegido sería Munir si juega Sandro el domingo–, pero difícilmente sacrificará a uno de sus jugadores más en forma, Sergi Roberto, para un partido de la intensidad y exigencia del Bernabéu. De ahí que la presencia de Sandro o Munir parece totalmente descartada, salvo causas de fuerza mayor, léase lesiones o sanciones.
Si no hay más sorpresas desagradable el plan C parece ya totalmente perfilado para asaltar el Bernabéu. Está claro que no es el mejor de los equipos que podría disponer Luis Enrique –sin Messi ni Rakitic además de los ‘sancionados’ Turan y Vidal–, pero sí el más competitivo a tenor de las circunstancias.
Además el hecho de que Marcelo, uno de los jugadores más difíciles de parar del equipo blanco, pueda acabar cayéndose del partido, aliviaría en parte la banda derecha del Barcelona, con Sergi Roberto y Alves como grandes baluartes, sobre todo teniendo en cuenta que por ahí también suele caer Cristiano Ronaldo.
Así pues con el plan A desterrado por las baja de Messi y el plan B desfenestrado por la más que probable ausencia de Rakitic, Luis Enrique se presentará en el Bernabéu con un plan C, ciertamente arriesgado porque no lo habrá podido probar, pero con el once más equilibrado si miramos hombre por hombre.
Fuente: Sport