Sao Paulo de Brasil quería alejar la mala fortuna, que lo tenía 12 partidos sin conocer la victoria en el Brasileirao, por lo que tuvo un método muy peculiar para hacerlo, usando sal en los alrededores de la cancha antes del encuentro ante Fluminense.
La medida, aunque de creencia o no, funcionó, debido a que finalmente Sao Paulo terminó ganando este encuentro por el marcador de 2-1.
En las gradas también otra gran apoyo a São Paulo. Después de la promoción de la directiva del club, que bajó el precio de las entradas, más de 55.000 aficionados asistieron, récord del club en la liga brasileña.