Luis Enrique vuelve a casa, a un escenario, El Molinón, en el que pocas veces ha jugado como rival. Algunas veces como jugador y nunca como entrenador. El Sporting-Barça será espeicla para él, que sin embargo advierte que ahora entrena al Barça y es un profesional: “Soy sportinguista hasta la muerte, será especial y difícil, pero soy un profesional y quiero que gane mi equipo”, un triunfo que admite que “serviría para separarnos en la tabla, es especial para nosotros”, ha afirmado en el último entrenamiento antes de un viaje del que han quedado apeados, fuera de la lista, Jordi Alba y Sergi Roberto, entre otros.
Asegura que ese retorno a casa “no es difícil de gestionar. Soy gijonés al mil por mil, pero llevo tiempo fuera y soy un profesional. Significa mucho para mái, mi familia vive allí, es mi casa, pero manda el trabajo”. Más comunicativo de lo que es habitual y sin ocultar cierta emoción, ha seguido con su declaración de amor a su club de origen: “Soy sportinguista desde la cuna y hasta la muerte, iba con una bandera que me hizo mi madre a la grada de más jaleo. Será un dia especial y difícil, pero soy un profesional, soy entrenador del Barça y quiero que gane mi equipo”.
Considera que el Sporting es especial “por todo, desde Mareo hasta la manera de identificarnos con una entidad, con su manera de vivir, de ver el fútbol y practicarlo”. Y lógicamente su amigo del alma, Abelardo, entrenador del Sportimg, no se ha quedado sin elogios: “Con el Pitu Abelardo fuimos juntos al colegio, hemos tenido suerte de compartir muchos momentos, de vivir juntos una profesión como el fútbol. Es una persona muy importante en mi vida, muy cariñosa, tenemos una relación perfecta y el tiempo sólo ha hecho que reforzar esa relación”.
Admite que “no habíamos imaginado coincidir como entrenadores, no habíamos valorado esa situación”. Y ha explicado cómo ve a su amigo como entrenador: “No le he visto trabajar, lo que sí puedo decir es lo que hacen sus equipos. El año pasado el Sporting subió sin ser, creo, de los mejores equipos, y este año tiene posibilidades de mantenerse pese a que se ha reforzado poco. Siguen siendo competitivos a pesar de no tener posibilidades. Se basa en el trabajo defensivo y las transiciones a partir de ahí”. Concluye que “con más recursos podría hacer más cosas”.
Estableciendo un paralelismo con su amistad con Abelardo, se ha referido a la relación que tiene el tridente: “No sólo es importante en el césped, también cuando viajas, cuando vas a comer… Es la situación ideal, que haya relación de amistad”. Señala que “es imposible ser amigos de todos, por ejemplo en esta sala (la sala de prensa) yo no soy amigo de todos –ha ironizado–, pero si en el campo hay amistad, mejor”.
Y, respecto a la posibilidad de que se acabe la racha de imbatibilidad, ha bromeado: “Me gustaría estar cien partidos más. pero si tiene que ser en algún sitio (la derrota) que sea en El Molinón”.
En cuanto a la baja de jugadores como Jordi Alba o Sergi Roberto, asiduos en las alineaciones, ha explicado que “lo hemos estimado oportuno”, descartando que haya problemas físicos. “Decidimos gestionar así los esfuerzos”, ha explicado en referencia a las rotaciones.
Aunque el equipo tiene una gran ocasión para despegarse en la tabla, ha dejado claro que “ganar sería un gran resultado, pero para nada definitivo”. Y en cuanto al papel de Halilovic, cedido por el Barça, en el Sporting, se ha mostrado satisfecho: “Tiene los minutos que buscábamos que tuviese un jugador tan joven en Primera. Aunque ha dejado de ser titular las últimas semanas, ha tenido sus minutos en todos los partidos”.
Fuente: Mundo Deportivo