«Es un ladrón, se va como una rata». La frase de Marcos Díaz, desencajado por la actuación del árbitro ecuatoriano Omar Ponce, grafica el escándalo que se vivió en el último minuto del partido que Huracán y Peñarol empataron.
Es que luego de los mil y un ataques del Globo, llegó el gol del Daniel Montenegro desde afuera del área que hizo delirar a todo el público. Sin embargo, el juez decidió cobra off-side y volvió todo atrás.
En la jugada siguiente, fue Guruceaga, el arquero de Peñarol, el que fue a cabecear al área rival y marcó el tanto, pero el juez otra vez decidió anularlo, por una falta a Marcos Díaz. Más allá del enojo de los futbolistas, en las dos situaciones el árbitro acertó en sus decisiones.
Fuente: canchallena