Pese a que el resultado dejó abierta la final y no le permitió a Independiente del Valle sacar una ventaja ante Atlético Nacional en condición de local, este encuentro significó para los ecuatorianos cerrar la Copa Libertadores con una gran marca.
Independiente, con este empate ante los colombianos, jugó en total ocho partidos en condición de local en esta edición del torneo, logrando terminar de manera invicta su participación en casa, donde tuvo localía en dos escenarios deportivos.
En la fase previa de la Copa Libertadores y en la fase de grupos, el equipo ecuatoriano hizo de local en el estadio Rumiñahui, donde jugó en total cuatro partidos, saliendo victorioso en tres (ante Guaraní, Melgar y Atlético Mineiro) y empatando uno (ante Colo Colo).
Tras superar estas fases, por reglamento los del Valle tuvieron que trasladar su localía hasta el estadio Atahualpa, donde también se hicieron fuertes sumando tres victorias y un empate.
En los cuartos de final ante River Plate, el equipo ecuatoriano derrotó a los argentinos por el marcador de 2-0, mientras que en los octavos de final superó en casa a los mexicanos del Pumas por 2-1.
Ya para la semifinal, ante Boca Juniors, Independiente del Valle remontó un marcador adverso y superó 2-1 a los argentinos, jugando su último partido en casa ante Atlético Nacional en la final de ida con un empate 1-1.
Estas estadísticas muestran la gran fortaleza que mostró Independiente del Valle de local, que se hizo fuerte en casa para poder llegar a estar cerca de coronarse campeón de la Copa Libertadores.