El director técnico argentino Jorge Sampaoli marcó un hito curioso en el fútbol español este fin de semana con su equipo, el Sevilla, el mismo que tuvo una particularidad en el empate ante el modesto Eibar en condición de visitante.
‘El Pelado’ Sampaoli no tuvo la confianza en la «mano de obra española» pese a que la Liga es casualmente de este país y alineó en el esquema titular del Sevilla a 11 jugadores nacidos fuera de este país.
Un hecho curioso dentro de la necesidad de algunos países de potenciar a los jugadores de su país para potenciarse en miras de competencias a nivel de selecciones, lo que a veces en las grandes ligas del mundo no sucede.
En esta ocasión Sampaolio colocó en el campo de juego a cuatro argentinos, un brasileño, tres franceses, un portugués, un italiano y un japonés, mientras que en la banca de suplentes tuvo a seis españoles y un italiano.
Esto ha causado ciertos comentarios negativos por la falta de oportunidades que suman los jugadores españoles en algunos equipos de la Liga de este país, lo que se pudo evidenciar en este encuentro, donde apenas (y por lesión), Escudero fue el único jugador nacido en este país que sumó bastantes minutos, entrando al cambio a los 14 del primer tiempo.