De esos hechos insólitos que tiene el fútbol sobre todo donde falta el glamour de las grandes ligas pero sobra la garra, el potrero, las ganas de jugar este deporte sea como sea, es lo que ha vivido el modesto equipo de Liniers en Argentina, quien durante 30 años ha jugado en una cancha con una forma muy curiosa.
Es que las imágenes satelitales recientes han revelado lo que los miembros de este club, de la cuarta división del fútbol argentino, sabían desde hace muchos años, al revelarse la forma trapezoide del campo de juego de su estadio, que contrasta con el tradicional rectángulo de las canchas a nivel mundial.
«Si atacamos hacia este arco, nuestros lanzamientos tienen que venir de izquierda a derecha porque este sector del campo es mucho más ancho que aquel; y en aquel lado es al revés», confesó Oscar Aguirre, director técnico de este club.
Pero, esta historia estaría a punto de tener su fin luego que las autoridades del fútbol argentino se hicieron eco de esta novedad y han comenzado a gestionar todos los detalles para realizar la reparación de la cancha y finalmente darle la forma reglamentaria.
Así, son tres meses los que tendrá este estadio para arreglar su problema, tras lo cual volverá a tener una forma normal.