Deportivo Quito descendió a Segunda División producto de sus fuertes problemas económicos que provocaron que este club ni siquiera pueda terminar de jugar el torneo de la Serie B siendo suspendido por deudas, lo que ha obligado a muchos de sus jugadores a cambiar la forma en la que pueden generar sus recursos para subsistir.
Es lo que refleja diario El Comercio en una reportaje realizado a tres elementos de este equipo, donde estos futbolistas cuentan lo que han tenido que hacer tras concretarse el descenso del equipo ‘Chulla’ sin querer alejarse del fútbol pero teniendo que ejercer otras formas de trabajo para poder llevar el pan a sus casas.
Uno de ellos es el guardameta Carlos Espinosa, quien desde el descenso del Deportivo Quito ha cambiado sus hábitos y ahora se traslada hasta Ipiales, localidad colombiana, para comprar ropa y otros artículos y venderlos bajo encargo, cambiando su figura de ingresos desde que dejó de estar en actividad deportiva.
Caso similar es el que vive Eddie Guevara, quien siguiendo los pasos de Espinosa también vende ropa, pero él no viaja hasta Ipiales sino que distribuye prendas que le traen desde Estados Unidos, mientras trata de seguir en ritmo deportivo.
El negocio de ropa también convenció a Javier Hinostroza, mediocampista que también se ha dedicado a esta actividad tratando de mantener a su familia, conseguir recursos económicos y seguir soñando con el fútbol.
Lo que si tienen claro estos tres futbolistas es no dejar la carrera, es por lo cual se mantienen en actividad realizando prácticas en el complejo del Deportivo Quito, club que se prepara para estar en Segunda División, con la idea clara de retomar las canchas en el siguiente año.