Con el delantero ecuatoriano Fidel Martínez en el campo de juego, el Pumas tuvo una dolorosa derrota en condición de visitante, recibiendo cinco goles en contra de parte de Tigres, con lo que fue eliminado de la liguilla final del torneo mexicano.
En el encuentro de ida, Pumas había rescatado en condición de local un empate con el marcador de 2 a 2, con lo que iba presionado a tratar de buscar la victoria que le permitiera seguir luchando por el título de campeón, pero que finalmente no lo lograría conseguir, siendo golpeado de entrada por parte de Tigres.
Cuando apenas se jugaban tres minutos del encuentro, Andre-Pierre Gignac abría el marcador y comenzaba a sentenciar la llave a favor de su equipo.
Pero la cosa no iba a quedar ahí, luego que Tigres se animara a buscar más goles y consiguiera aumentar cifras con el autogol de Verón, y tras esto el festiva de Andre-Pierre Gignac, que con tres goles más dejó sentada la clasificación de los locales.