Pese a que no es la práctica que más llame al juego limpio, es común ver en varios partidos a los guardametas quemando unos segundos de tiempo al momento de hacer saques de meta para tratar de acelerar el final de un encuentro que es favorable para sus equipos, pero lo que hizo Khadim N’Diaye raya en lo insólito, ridículo y hasta gracios.
Este portero, que fue titular en el encuentro que su selección, Senegal, disputó ante Argelia por la Copa de África, quiso robarle unos minutos al partido fingiendo una lesión antes de un saque de meta, para lo cual fingió un golpe en uno de sus tobillos.
Lo increíble del caso es que el portero fue el mismo que se dio el «fulminante golpe» con su otra pierna, terminando tendido en el suelo y teniendo que ser asistido por el cuerpo técnico en medio de los reclamos de los jugadores de la selección rival.