Es cierto que una vez Luis Enrique trasladó al club su decisión de no renovar, Robert empezó a valorar todas las opciones que ofrecía el mercado. Había tres categorías en esta lista. Por un lado estaban los que conocían por dentro el club y además habían ‘mamado’ el estilo azulgrana de juego de posición, elaboración, posesión de balón y vocación ofensiva. Una receta que Luis Enrique completó dotando al equipo de la imprevisibilidad que le aportaba salir a la contra.
Ahora se busca un técnico que mantenga todo eso y que además sea capaz de afrontar el final del mandato de Josep Maria Bartomeu y su junta manteniendo la voracidad competitiva del equipo y gestionando con pericia el final de carrera de futbolistas como Iniesta y Mascherano y los de la madurez de otros como Suárez, Messi y Piqué.
Los cuatro finalistas citados cuentan con apoyos en el club. Valverde jugó a las órdenes de Cruyff, tiene un amplio conocimiento de la Liga, sus equipos muestran su gusto por el fútbol ofensivo y son competitivos. Lo está demostrando en el Athletic como lo hizo en Valencia, Villarreal y Espanyol. Acaba contrato y no habría que pagar por ficharle.
Mientras, Unzué es la opción continuista. Ayudante de Luis Enrique, conoce los métodos que han triunfado últimamente y la plantilla sabe cómo es. Juega en su contra su falta de experiencia como técnico de primer nivel.
Eusebio gusta por su apuesta, clara y nítida por el juego de posesión y que tan buenos frutos está dando en la Real. No favorece que renovase hace poco con una cláusula de rescisión de cinco millones y que la junta actual decidiese despedirle en febrero de 2015 cuando entrenaba al Barça B.
Mientras, de Koeman gusta su seriedad, apuesta por el fútbol de posesión y su potencia como símbolo del club dado que es el héroe de Wembley-92. Figura clave del Barça de Cruyff, conoce lo que gusta en el Camp Nou, tiene carácter para liderar un proyecto y es una figura respetada entre los futbolistas.
Desde el club se asegura que la decisión final no se tomará hasta finales de abril y que no se comunicará hasta que acabe la temporada. El mes de abril, cargado de partidos decisivos en Liga y Champions, puede marcar la apuesta final. Si el equipo triunfa Unzué tendrá mucho ganado. Si no lo hace, la apuesta por otro candidato (con Valverde bien situado) ganará peso.
Fuente: Mundo Deportivo