Cristiano Ronaldo es uno de los mejores futbolistas del planeta, de eso no hay duda alguna, aunque los calificativos no pueden enmascarar que para el portugués la edad tampoco perdona. A pesar de tener un físico envidiable, a sus 32 años el delantero del Real Madrid se está mostrando menos efectivo que nunca y sus estadísticas empiezan a resentirse, evidenciando el inevitable declive del ‘7’ blanco. El ‘superatleta’ sigue haciendo gala de una extraordinario olfato goleador, aunque un dato alarma al madridismo, que ve como su buque insignia ya no regatea como antaño.
Al analizar los datos del luso observamos que a medida que avanza su carrera deportiva a Cristiano le cuesta más superar a un oponente. Esta temporada el delantero está promediando algo más de dos regates por partido, lejos de los cinco que intentaba cuando aterrizó en el Bernabéu en 2009, y en Liga precisa de dos partidos para sortear con éxito a un rival.
Esta campaña CR7 acumula un total de 61 intentos de regate, consiguiendo su propósito el 44% de las veces. Los registros de Cristiano, pero, están a años luz de los del Messi o Neymar, dos de los futbolistas que más regatean de toda Europa. Los ‘cracks’ del Barça superan ampliamente al portugués en este apartado, rozando el 60% de eficacia en sus driblings, pero es que además lo hacen probándolo más que el luso (177 el argentino y 247 el brasileño).
A pesar de todo ello, el dato más preocupante en el juego de Ronaldo es su descenso en el número de tentativas de regate. Cogiendo como referencia las últimas cuatro temporadas, el delantero realiza casi la mitad de intentos (un 41% menos), es decir, que no tan solo le cuesta deshacerse de sus oponentes, sino que ya casi ni lo intenta.
Una forzosa reconversión
Ante estos datos, se entiende que Zinedine Zidane haya reubicado al portugués en más de una ocasión esta temporada. En numerosos encuentros Cris ha abandonado su demarcación habitual en el extremo derecho para actuar en una posición más centrada en la punta del ataque. De este modo CR7 ha podido estar más cerca del área, donde es menos preciso regatear, y aprovechar su inagotable poder rematador para aportar goles a su equipo, una faceta que, por cierto, también se resiente con su declive.
Una reconversión de Ronado a delantero centro puro parece lo sensato, aunque la inalterable alianza que forma con Bale y Benzema le relega a su cometido habitual en la banda, algo pora lo que está cada vez menos capacitado.
Fuente: Mundo Deportivo