Faltan los epítetos de adorno, de describir gestas importantes, esas que ensalzan a esos jugadores, a ese planteamiento, a ese equipo que no solo consiguió un triunfo importante, histórico, sino que además endulzó la vista con un juego fundado en Brasil, pero que fue un ecuatoriano el que lo hizo en esas tierras ante Botafogo, un ‘Jogo Bonito’ que amargó a todo el estadio Olímpico Nilton Saltos.
Apenas tuvieron que esperar el pitazo inicial del árbitro para que el cuadro ‘Torero’, que celebra esta semana sus 92 años, arme la fiesta con toda la comparsa en la cancha, anulando en la marca a los locales y, con toques, gambetas, fintas y un juego colectivo que asombró a todos, hacerse dueño de las acciones de peligro.
Esto provocó que de manera temprana, tras un pase genial entre líneas de Christian Alemán apareció José Ayoví con una corrida que dejó sin reacción al defensa y terminó definiendo de manera precisa para enmudecer a los hinchas locales y poner a celebrar a esa hinchada mayoritaria en Ecuador.
El gol no fue una excusa para dejar la idea de juego atrás y el dominio y buen juego continuó, llegando pronto a la ventaja con el error forzado del mediocampo de Botafogo que le dio todas las facilidades a Jonatan Álvez para que deje a un defensa y al portero chocándose entre sí y a él definiendo para anotar un golazo.
Barcelona no bajó las revoluciones y si hay algo que reclamarle es su falta de contundencia para lo que pudo ser una victoria más abultada, lo que no cambió en el segundo tiempo, donde vivieron de las rentas.
Un triunfo histórico y de esos de los que se hablará por años, y que además deja puntero en solitario en el Grupo 1 con 10 puntos y clasificado a falta de dos fechas a los octavos de final de la Copa Libertadores.
