Una jornada para el olvido tuvo el rumano George Calintaru, el mismo que fue protagonista de la peor manera de su equipo, el Juventus de Bucarest, luego de fallar un penal en los minutos adicionales por cobrarla con un lujo, lo que no solo significó la derrota de su club sino una pelea, dedos rotos y quedarse sin entrenador.
Se jugaban los minutos adicionales del encuentro que la Juventus tenía ante el Esteaua Bucarest por el marcador de 2 a 1, tras lo cual el árbitro dictaminó un penal que derivó en una pequeña disputa de Calintaru con un compañero, Valentin Barbuelscu, por definir quién remataba desde los doce pasos.
Al final Calintarua se adueño del balón pero intentó hacer el gol con un remate a lo Panenka, con tanta mala suerte que su remate fue muy débil y el portero rival terminó atajando el penal, ante los reclamos de los compañeros del delantero.
Así, una vez finalizado el partido, el asunto no quedó ahí, sino que Calintarua se terminó peleando con un compañero quien le reclamó por el cobro del penal, lo que continuó en el camerino, resultando un jugador con una fractura en uno de sus dedos.
Pero lo peor el que el director técnico de este equipo, Daniel Orpita, en rueda de prensa anunció su renuncia a este club, reconociendo que hubo una acalorada discusión en el camerino.