Un lamentable y bochornoso momento se vivió en el fútbol boliviano, luego que el defensa Mario Cuéllar sufriera una grave lesión en la tibia y el peroné en el encuentro de Primera División entre Oriente Petrolero y Guabirá, teniendo que ser retirado del estadio en un taxi al no estar presente el conductor de la ambulancia.
Cuéllar, a los 75 minutos de juego, intentó despejar un balón en su área, con tanta mala fortuna que su pierna derecha quedó trabada en el césped y provocó la rotura de tibia y peroné, no siendo lo único malo que le pasó en la noche, ya que luego de ser retirado del campo de juego en camilla no pudo irse en la ambulancia.
Tras esperar unos segundos, y al no estar presente el conductor de la ambulancia, el jugador fue retirado del estadio en camilla y conducido en la parte trasera de un taxi, con las puertas abiertas y sin las normas de seguridad necesarias, a una casa de salud.
Esta situación ha traído una serie de comentarios en el fútbol boliviano, sobre todo contra los dirigentes de fútbol de este país, uno de los más relegados en el continente en este deporte.