Fuente: EFE
La portuguesa Helena Costa entrenará la próxima temporada al club de la segunda división gala Clermont Foot 63, con lo que se convertirá en la primera mujer en dirigir a un club de fútbol profesional de Francia.
Costa, de 36 años, reemplazará a Régis Brouard en el banquillo, según anunció hoy en un comunicado el Clermont.
Tras haber pasado por la cantera del Benfica, haber dirigido a los equipos femeninos de Odivelas, y a las selecciones de mujeres de Catar e Irán, y después de haber trabajado como ojeadora del Celtic, Costa recala en la segunda división francesa.
«Esta nominación debe permitir al Clermont Foot 63 entrar en una nueva era, apoyándose en un grupo de 17 jugadores con contrato actualmente, a los que se unirán jóvenes jugadores del club», indicó el Clermont en un comunicado.
A falta de dos jornadas para que finalice la presente temporada, el club ocupa la decimocuarta posición de la tabla de segunda división, sin posibilidades matemáticas ni de ascenso ni de descenso.
El repentino nombramiento de Costa ha suscitado mucha atención mediática y reacciones diversas, como la de la ministra de Deportes y de Igualdad de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem.
«Bravo al Clermont Foot por comprender que hacer sitio a las mujeres es el futuro del fútbol profesional», declaró.
Tabién la secretaria general de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Brigitte Henriques, se pronunció sobre la llegada de la portuguesa a la segunda división francesa.
«Que yo sepa, es una primicia en Europa. El único caso comparable es el de Carolina Morace, que se hizo cargo de un club de tercera división en Italia» en 1999, agregó.
Sin embargo, Morace solo duró dos encuentros como entrenadora del Viterbese y fue destituida por pérdida de confianza.
Desde hace años, la FIFA permite que árbitros femeninos piten partidos masculinos, con ejemplos profesionales como los de Nelly Viennot en Francia o María Luisa Villa en España.
También hay presidentas de equipos profesionales, como la exnadadora Patricia Amorim en el Flamengo brasileño, la italiana Rosella Sensi en el Roma o la española María Teresa Rivero, que presidió el Rayo Vallecano entre 1995 y 2011.
Y aunque el caso de Costa es pionero en el fútbol galo, sí se han dado casos en otros deportes en Francia, como el de la rumana Elena Groposila, que hace tres meses se convirtió en entrenadora del Dijon de balonmano masculino, tras haber pasado por el banquillo femenino.
Antes, en noviembre de 2013, Aaudrey Zitter fue nombrada responsable técnica del equipo de rugby XVII Los Diablos Rojos de Montpellier.
«Incluso para una mujer, prefiero que utilicen ustedes la palabra ‘entrenador’ porque la palabra ‘entrenadora’ tiene a veces un sentido muy particular que no tiene nada que ver con el deporte», le dijo a sus jugadores Zitter.
La dueña del banquillo del Montpellier, embarazada entonces de dos meses y medio, quería evitar bromas sobre ese vocablo francés en femenino, que se utiliza para designar a las mujeres que trabajan como gancho en los clubes nocturnos.