Una acción descalificadora se registró en el fútbol de Grecia, donde dos jugadores iban a la disputa por el balón, pero uno de ellos en forma desmedida se lanzó con la pierna a la altura del rostro del otro.
La acción terminó en un fuerte golpe para el jugador rival y la expulsión inmediata del agresor por la patada criminal. Bien merecida la tarjeta roja.