Estaba todo preparado para que sea una fiesta. Pese a la derrota de la selección argentina en el mundial, miles de personas se congregaron en el Obelisco para reconocer lo hecho por el equipo de Sabella y festejar que después de 24 años otra vez se conseguía un subcampeonato. Pero incidentes entre los propios simpatizantes y la policía empeñaron la alegría.
Todo comenzó cuando, sobre la calle Corrientes, un grupo de alrededor de 15 hinchas subió al techo de uno de los móviles televisivos de TN y arrancó una de las antenas, mientras los periodistas abandonaron el vehículo.
Después, todo empeoró: un grupo de personas lanzó piedras y palos a los efectivos de la Guardia de Infantería que intentaron contener los disturbios. Incluso hubo agresiones entre los propios manifestantes.
Debido la multitud concentrada en el lugar, los camiones de la Guardia de Infantería tenían dificultades para ingresar a la zona y contener los disturbios.
Según consignó la agencia AFP, los enfrentamientos dejaron un saldo de ocho policías heridos y 40 detenidos.
En tanto, la gran mayoría de las personas que se reunieron en el Obelisco, se dispersaron tras el inicio de los incidentes. Familias con niños intentaron refugiarse en restaurantes o ingresar a los halls de los hoteles de la zona para protegerse del efecto de las bombas lacrimógenas.
En las calles aledañas seguían las caravanas de autos y muchedumbres expresando «mucho orgullo» por el conjunto albiceleste.
La selección de Argentina vivió el domingo en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro la tercera final de un Mundial contra Alemania -algo inédito en la historia-, con dos victorias ahora para los germanos, que también se impusieron 1-0 en Italia-1990, y una para la Albiceleste, 3-2 en México-1986.
Fuente: La Nación