Giampietro Manenti, nuevo presidente del Parma, reconoció este miércoles que el club está en bancarrota y prometió pagar los salarios atrasados antes de que lleguen nuevas sanciones deportivas. Diez futbolistas ya abandonaron el club este invierno por falta de pago.
Manenti sucedió a Ermir Kudra, quien ocupó el puesto del empresario albanés Rezart Taçi en diciembre. Y en su conferencia de prensa anunció que tiene planes para resolver la deudas antes del 16 de febrero, fecha en la que Parma volverá a ser sancionado con la pérdida de tres puntos.
El club parmesano, ganador dos veces de la Copa UEFA y de una Recopa de Europa, además de tres títulos de Copa Italia, tiene una deuda real que asciende a los 96 millones de euros, según lo publicado este miércoles por la prensa italiana.
Manenti, administrador de una empresa eslovena ligada a Gazprom, compró el club a cambio de un euro y con la promesa de evitar la quiebra e intervención. Y en primera instancia debe reunir 15 millones para hacer frente a los pagos más urgentes.
El Parma, que sufrió un colapso financiero hace diez años con el escándalo de Parmalat y un presidente en prisión, fue sancionado dos veces en 2014 por sus problemas económicos.
Primero por la UEFA con la prohibición de jugar en la Europa League y, en diciembre pasado, por la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), que le quitó un punto de la presente temporada.
Este miércoles, Parma cayó 1-0 con local ante Chievo Verona y está a 12 puntos de la salvación. Cosechó tres triunfos, un empate, 18 derrotas y perdió un punto en los escritorios.
Fuente: Infobae