El futuro del fútbol mundial, el márketing deportivo y el vídeo-arbitraje son algunos de los temas que centran los debates del congreso ‘Football Talks 2017 Pass’, que reúne durante tres días en la localidad portuguesa de Estoril a los principales dirigentes y figuras del deporte rey.
El Presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, quien disertó en el conversatorio que se realiza en Portugal, señaló que a partir de los cuartos de final de la Conmebol Libertadores Bridgestone, han propuesto que el arbitraje tenga la ayuda de la tecnología.
“Estamos haciendo una inversión muy grande en Conmebol. Estamos haciendo un centro de tecnología para los árbitros, esto está en plena marcha y de hecho estamos proponiendo que en nuestro campeonato la Conmebol Libertadores, desde cuartos de final, tengamos Video Assistance para el árbitro y que también tengamos el Hawk-Eye, porque creemos que en la medida de que le demos asistencia, vamos a tener innovación, vamos a tener credibilidad y creo que eso hace bien al juego”, resaltó.
Al ahondar sobre darle mejoras al deportes rey, indicó “quiero hacer énfasis en esta palabra, creo que nada hay en el mundo más integrador, que un balón rodando. Un balón rodando hace que las personas se unan, se junten y uno le pasa al otro”.
La cita, organizada por la Federación Portuguesa y que celebra su segunda edición, cuenta también entre sus oradores con nombres como el del presidente de la FIFA, Gianni Infantino; el de la UEFA, Aleksander Ceferin, o el del Comité de Árbitros de la FIFA, Pierluigi Collina, así como ex futbolistas, periodistas y otros especialistas.
El presidente de la Federación lusa, Fernando Gomes, fue el encargado de abrir el congreso y dio paso a varias ponencias sobre gobernación en el fútbol impartidas por el primer ministro luso, António Costa; el presidente de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS), Gary Stevenson, y el propio Ceferin. Por la tarde también intervino el de la Concacaf, Victor Montagliani.
La conferencia se celebra en el Centro de Congresos de Estoril, a unos 20 kilómetros de Lisboa, el mismo escenario donde se realizó la primera edición, en 2015.