El Nacional tuvo que sufrir para lograr la clasificación a la siguiente rinda de la Copa Sudamericana, empatando en condición de visitante con San José de Oruro, teniendo unos últimos minutos de suspenso donde los jugadores hicieron de todo para impedir el gol de los locales, siendo más que curiosa la actuación del guardameta Johan Padilla.
Mientras el portero se demoraba en rematar el balón en un saque de área, el árbitro central se acercó para tratar de apurar la ejecución de la pelota parada y sacarle tarjeta amarilla. En medio de la situación, el juez central increpó a Padilla con un ligero empujón sobre su pecho, sin esperar la reacción que tuvo el guardameta.
Padilla, apenas sintió la mano del árbitro se lanzó hacia el campo de juego, fingiendo una agresión de parte del colegiado, quien no le siguió el juego y le pidió que se levante para que cobre el saque de meta.
Como si no faltaran más ingredientes, y al no tener árbitro a quién reclamarle por la falta, lo hizo con el juez de línea.