Tan solo cuatro años después de la realización del Mundial Brasil 2014, muchos escenarios deportivos donde se jugó este torneo son un dolor de cabeza para este país, por el alto costo que les significó, con sobreprecio en la mayoría de ellos, y recomendaciones para que sean demolidos.
Son doce los estadios que fueron construidos o renovados en Brasil para el Mundial del 2014, pero gran parte de ellos en ciudades sin equipos de alto nivel y con altos costos de mantenimiento, lo que los han convertido en ‘elefantes blancos’, llenos de problemas para poder seguir funcionando.
«Actualmente, algunas construcciones que costaron una fortuna ya tienen problemas de filtración de agua, como el de Cuiabá (centro-oeste), donde los trabajos ni siquiera se terminaron», lamentó Paulo Henrique Azevedo, responsable de Gesporte, grupo que realizó un estudio sobre gestión deportiva para la Universidad de Brasilia.
A esto se suma el sobreprecio que se pagó por estos escenarios deportivos, algunos de ellos con un costo que llegó a cifras increíbles, lo que ha llevado a calificarlos como «monumentos a la corrupción».
A cuatro años de Brasil 2014, los estadios son calificados como "monumentos a la corrupción" y recomiendan destruirlos https://t.co/pi87qDAIQi pic.twitter.com/TQbHbvucNx
— Infobae Lo Último (@InfobaeLoUltimo) 17 de julio de 2018
Es por esto que los responsables de este estudio recomiendan demoler al menos tres escenarios deportivos (Brasilia, Cuiabá o Manaos), debido a que el alto costo de mantenimiento los va a llevar a su abandono y posterior deterioro, siendo más costosa una recuperación a futuro.
Lo que agrava más la situación de estos escenarios deportivos es que no serán tomados en cuenta para la Copa América 2019, lo que conllevaría a un problema más grande para estos escenarios deportivos.