El París Saint Germain festejaba el titulo de la Liga y los jugadores debieron tomar el micrófono para decir unas palabras ante los hinchas. Aunque en la cancha no tuvieron problemas, hubo un jugador que la pasó mal y transpiró para hacerse entender fuera de ella.
El argentino Ezequiel Lavezzi, una de las figuras del equipo, subió al escenario y tuvo la palabra. Aunque comenzó concentrado y firme sobre sus pasos, sus compañeros, con Javier Pastore a la cabeza, empezaron a reírse y el «Pocho» no pudo aguantar. Se tentó y, con la mirada cómplice del «Flaco», lanzó un insulto al aire, para cerrar con un «merci à tous» (gracias a todos).
Fuente: Infobae