La FIFA admitió el jueves dudas en el polémico penal concedido a Brasil en el partido inaugural de la Copa del Mundo, pero negó cualquier sugerencia de ayuda al país anfitrión.
«FIFA no pretende ayudar al anfitrión», dijo Thierry Weil, director de mercadeo de la FIFA. «Estamos aquí para organizar un torneo. Se cometerán errores, pero no para ayudar a nadie».
Cuando el Brasil-Croacia entraba en la recta final con empate 1-1, el árbitro Yuichi Nishimura señaló penal tras un leve agarrón del zaguero croata Dejan Lovren sobre Fred. El ex colegiado Massimo Busacca, jefe del comité de árbitros, aseguró que las imágenes demuestran que hubo contacto, pero que es difícil juzgar si fue suficiente para conceder la falta.
«Es difícil extraer una conclusión definitiva», analizó Busacca. «El árbitro estaba bien situado e interpretó el contacto como penal. En el fútbol hay situaciones claras de blanco o negro. Otras, como la de ayer (jueves), generan dudas».
Busacca dijo que el comité todavía debe evaluar la actuación de Nishimura en los 90 minutos, y no solo la jugada puntual, y evitó confirmar si volverá a dirigir un partido en el torneo.
Las duras críticas de Croacia a la actuación arbitral tampoco pasaron desapercibidas. Busacca dijo que todo el mundo puede opinar, pero con respeto. Y dijo que Nishimura sólo tomó una decisión honesta en función de lo que vio.
Sobre el debate abierto en torno al uso del video, Busacca mostró ciertas reservas. En su opinión, la repetición puede ser útil en casos de error flagrante. Pero consideró que la mayoría de polémicas admiten diversas interpretaciones.
«Cuando entramos en el terreno de las dudas, parar el juego y ver el video para una jugada que puede ser clara pero puede que no… ¿Se puede cambiar entonces la decisión?», se preguntó. «Estoy convencido de la utilidad del video en errores muy claros, pero cuando hay jugadas dudosas veo solo una gran interrupción del partido que crea más dudas».
Al margen de la polémica arbitral, FIFA se felicitó por el fervor del país organizador. Hasta 207.000 personas, según sus estimaciones, siguieron el debut de Brasil en las zonas de FanFest habilitadas en las sedes del torneo.
El organismo dijo respetar las protestas contra los gastos del Mundial que se produjeron en Sao Paulo y Río de Janeiro, pero minimizó su impacto en el contexto de la jornada. Las manifestaciones, según afirmó, no se acercaron en número al entusiasmo que provocó el partido de Brasil entre los brasileños.
FIFA explicó que el partido lideró las audiencias televisivas en buena parte del planeta y generó más de 2,5 millones de tuits.
Por último, FIFA denunció que había encontrado un lote de 50 entradas falsificadas, prácticamente indetectables, en los accesos al estadio de Sao Paulo. Los boletos, sin embargo, no superaban el control electrónico y se denegó el acceso a sus portadores, en algunos casos familias enteras.
Weil pidió a los aficionados que eviten la compra de entradas en la reventa o a través de intermediarios y utilicen solo los cauces oficiales de FIFA.
Fuente: AP