El defensa del Iquique chileno, Boris Rieloff, dio a conocer este lunes una carta pública de agradecimiento tras la lamentable muerte de su hija ocurrida el pasado miércoles tras permanecer en coma inducido luego de caer accidentalmente a una piscina.
La carta del defensor es la siguiente:
«Quisiéramos a través de estas palabras, agradecerles a todos y cada uno las infinitas muestras de amor, cariño, apoyo, fuerzas y buenas vibras que nos han transmitido en estos días tan difíciles que nos han tocado vivir.
Agradecer ante todo a nuestra hermosa familia, que han estado en todo momento siendo un pilar fundamental para nosotros, a todo el cuerpo médico de la Unidad de Pacientes Críticos Pediátricos (U.P.C.P.) del Hospital Pediátrico Josefina Martínez, por la inmensa disposición que mostraron para con nosotros, nos consta y estamos seguros que se entregaron por entero, médicamente hablando, hicieron todo lo humanamente posible para tratar de cambiar el destino de nuestra hija; a nuestros amigos de la vida que siempre están dispuestos a darnos ayuda, apoyo y comprensión; al Club Deportes Iquique y su cuerpo técnico, que, encabezado por su presidente y sin objeción alguna, me dieron todas las facilidades para estar con mi familia; al Futbol y todo su entorno, a la Anfp, compañeros y colegas de profesión, directores técnicos, a todos los distintos clubes y equipos del país, dirigentes, periodistas, fotógrafos y al Sifup, que como un gran círculo nos llenaron de fuerza tanto en lo anímico como en lo espiritual, a Carabineros de Chile Subcomisaría de Las Vizcachas y por supuesto a toda la gente que, anónimamente y sin conocernos, a lo largo de todo el país se hizo parte de este momento, enviándonos todos sus saludos vía redes sociales principalmente.
Decirles a todos con mucha propiedad que, todas las peticiones, cadenas de oración, muestras de apoyo y cariño que recibimos a través de los distintos medios de comunicación no fueron en vano, muy por el contrario, tanto a mi familia, a mi esposa y a mí, nos llenan de fuerza todos estos días y sin duda es una de las cosas que no olvidaremos jamás.
Ahora solo nos queda vivir nuestro duelo en paz y tranquilidad, es y será un dolor con el que tendremos que aprender a vivir y seguir adelante sabiendo que disfrutamos y tuvimos la dicha de conocer a nuestro ángel de la guarda.
De todo corazón solo nos queda decir GRACIAS.
«Familia Rieloff Ruiz».