José Mourinho perdió su primer clásico dirigiendo el Manchester United a manos de su rival de ciudad, el City, el mismo que es dirigido por Pep Guardiola, con quien guarda una rivalidad desde sus pasos por el fútbol español por el Real Madrid y FC Barcelona respectivamente.
Pese a esto, los dardos luego del encuentro del estratega portugués no fueron dirigidos al equipo rival sino al arbitraje de este encuentro, el mismo que señaló como muy parcializados en su contra y no pitando jugadas claves para ellos y que pudieron cambiar la historia del partido.
Una de ellas, que fue reclamada en rueda de prensa por parte de Mourinho, la protagonizó el ecuatoriano Antonio Valencia quien en el segundo tiempo en un desborde lanzó un centro que golpeó en el codo del defensa argentino Nicolás Otamendi dentro del área del Manchester City.
«Si me dices que eso no es penalti y roja (en alusión a la barrida de Bravo sobre Rooney), entonces yo te digo que en cualquier otra zona del campo se hubiese señalado falta. La mano de Otamendi también es penalti, aunque los árbitros también pueden equivocarse», sentenció.