Aprovechando la paralización de los torneos locales por las Eliminatorias camino al Mundial Rusia 2018, Boca Juniors de Argentina y Olimpia de Paraguay, dos tradicionales equipos de Sudamérica, planificaron un clásico internacional que terminó en escándalo con un final abrupto.
Todo comenzó cuando Boca Juniors perdía su encuentro ante el equipo paraguayo y llegaba al minuto final con este marcador, cuando aparecería una polémica decisión arbitral que dictaminó un penal para los argentinos por una supuesta mano que no existió.
Pero esto no fue todo ya que luego del cobro de la pena máxima de Bou, el portero de Olimpia terminó atajando el balón, pero el árbitro decidió invalidar la jugada y hacer repetir el penal, que en segunda instancia fue al fondo de las redes, definiendo el empate para Boca.
Ante un empate, los equipos habían acordado definir el ganador del encuentro en la tanda de penales, pero los jugadores de Olimpia no solo que se negaron a esto, sino que abandonaron el campo de juego en medio de los reclamos por la decisión arbitral.