En el fútbol de Túnez, un dirigente de fútbol ha sufrido la peor de las sanciones en este deporte al ser suspendido de por vida por un curioso acto, luego de besar a un árbitro tras el encuentro de su equipo en modo de protesta por lo que calificaba como una actuación mala de parte del referí contra su equipo.
El protagonista de este suceso fue Moncef Khemakhem, quien era el presidente del Club Sfaxien de Túñez, quien se acercó en tono desafiante hacia un asistente luego del encuentro ante el Etoile du Sahel para saludarlo de manera irónica, y, ante la no respuesta del árbitro, decidió darle un beso en la mejilla.
Luego de esto, Khemakhem además presumió haber pellizcado el trasero del referí, por lo que finalmente la Federación de este país decidió borrarlo del fútbol y ponerle una fuerte multa económica.
«Se «suspender de por vida a Khemakhem de toda actividad en el fútbol y castigarle con una multa de 30.000 dinares (12.000 euros)», indicó la Federación de este país.