Los medios oficiales chinos informaron este martes de la muerte de otros dos aficionados del país asiático tras pasar varias noches sin dormir para ver en directo los partidos del Mundial de Brasil, por lo que el número de víctimas por esta causa se eleva ya a tres en China.
Tras revelarse el caso de un joven chino de 24 años que falleció repentinamente en la madrugada del sábado 14 de junio, mientras veía el España-Holanda en Suzhou, se informó de que otro hombre, de 51 años, murió de un fallo cardíaco cuando veía el mismo encuentro en la ciudad de Dalian.
Este segundo fallecido, llamado Li Mingqiang, fue futbolista profesional durante su juventud y se encontraba viendo el partido con amigos, destacó una nota de la agencia estatal Xinhua.
El tercer caso se produjo un día después, cuando se disputaba el Uruguay-Costa Rica, durante el que murió un aficionado de 39 años llamado Zhou, que llevaba despierto tres noches consecutivas para poder seguir los partidos en la ciudad oriental de Shanghái.
Zhou, que sufría de alta presión arterial, se desvaneció durante el encuentro y falleció en un hospital cercano, víctima de una hemorragia cerebral, destacó el diario local Shanghai Daily.
Las ciudades chinas tiene una diferencia de 11 horas con Brasilia, por lo que los partidos de la Copa del Mundo se juegan a horas harto intempestivas para los aficionados asiáticos: los encuentros más tempraneros son a las 12 de la noche, pero muchos se disputan a las 3, las 4 o las 6 de la mañana, y acaban al amanecer.
En pasados Mundiales y Eurocopas también se han registrado varias muertes relacionadas con la falta de sueño de los aficionados chinos, que en el canal deportivo pueden ver repeticiones de los partidos durante todo el día, aunque muchos prefieren seguir la emoción en directo.