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Un partido austero. La necesidad de las directivas de Barcelona y Deportivo Quito por atraer a los hinchas al Atahualpa, resultó poco correspondida. Los directivos del Ídolo le dieron a sus hinchas las primicias de sus nuevos uniformes para la Copa Sudamericana y la contratación de Marcos Caicedo, un ex Emelec que llega para ocupar el puesto de Cristian Penilla, transferido al Monarcas Morelia.
Tras un par de eventos protocolares y para las fotos, Deportivo Quito y Barcelona pusieron sus equipos en cancha. La ofensiva de Álvez, Castillo y Vera no surtió tanto efecto. Almada arriesgó a medias y terminó cediendo el protagonismo a un Deportivo Quito irreverente y con mucho vértigo. Sobre los 31 minutos, Diego Ávila abrió el score tras una jugada de antología de Christian Alemán. El equipo de Vizuete resultó mucho más eficaz que la versión ‘dietética’ del Ídolo.
Ya en el complemento, los amarillos reaccionaron y consiguieron rápidamente el empate de la mano de Ely Esterilla. El delantero ágil aprovechó el gran instinto organizador de Damián Díaz para mandarla a guardar y encontrar la cuota de explosión justa para conjugar el 1 por 1 en El Batán. Las buenas no paraban. Sobre el último cuadro de hora, una falta contra Hernán Lino en el área azul grana provocó la sanción de un penalti para los amarillos. Damián Díaz fue para el cobro, pero la astucia del ‘Calolo’ Espinoza evitó la segunda caída del arco chulla.
Cuando el partido se moría, Deportivo Quito consiguió la segunda de la noche. Se descuidó Barcelona en el fondo y Ronald Campos marcó el 2 a 1 definitivo en el Atahualpa. La Noche Amarilla se pintó con los colores capitalinos y la iniciativa de los toreros de vivir una noche a todo trapo, se vio frustrada, dentro y fuera de la cancha. Christian Alemán, el enganche de Deportivo Quito, fue la figura excluyente del match.