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Ante un marco respetable de público, Liga de Portoviejo celebró su Noche Verde y Blanco en los Reales Tamarindos. En el plato fuerte, el cuadro de La Capira demostró lapsos de buen fútbol y calidad ante un Barcelona desamparado y sin gracia.
A los 22 minutos, Kevin Arroyo puso la primera para los portovejenses. La displicencia del cuadro amarillo pasó factura y los locales se sirvieron un banquetazo.
Ya en el complemento, los papeles no cambiaron. Liga de Portoviejo siguió apretando y Barcelona se refugiaba como podía con su ensamble alternante. Pasada la hora de partido, una imprudencia de la zaga canaria y el penal que se decretó a favor de los dueños de casa. Diego Romero puso la segunda sin problemas y siguió el baile.
Cuando parecía que Barcelona se acercaba al gol del honor, una nueva falla defensiva y Julián Mina terminó marcando la tercera sin mayores inconvenientes. Gran reacción de este delantero ex El Nacional que había ingresado en el mediotiempo en lugar del argentino Cristian Fabbiani.
Lo que empezó como un amistoso, terminó como una tragedia para Barcelona. El equipo de Almada no pudo mostrar su mejor cara y sufrió ante un rival arriesgado y generoso. Liga de Portoviejo, el dueño de la fiesta de esta noche, mostró una gran postal de su funcionamiento y espera con ansias debutar contra Macará en la primera jornada de la Serie B.